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¿Cómo Cambiar Una Llanta Pinchada?

  • Autolab / Blog Autolab

Casi uno de cada cinco conductores no sabe cómo cambiar una llanta pinchada, según la AAA. Incluso para aquellos automovilistas que sí saben cómo hacerlo, cambiar una llanta pinchada no es tan natural como llenar el tanque de gasolina o estacionarse.

Entonces, ya sea que no tengas idea de cómo hacerlo o simplemente necesites refrescar tu memoria, es momento de aprender a arreglar un pinchazo. Después de todo, ¡nunca sabes cuándo podrías terminar varado al costado de la carretera sin señal en tu celular! Aquí te presentamos nuestra guía paso a paso para que tú y tu automóvil vuelvan a la carretera después de un pinchazo (al menos temporalmente).

Pasos sencillos para cambiar una llanta pinchada

1. Encuentre un lugar seguro.

Una vez que te des cuenta de que tienes una llanta pinchada, es crucial que no frenes ni gires bruscamente. En lugar de eso, disminuye la velocidad de manera gradual y busca un lugar seguro donde puedas detenerte para evaluar la situación. Esto es vital para tu seguridad y la de los demás en la carretera.

Un estacionamiento o un anden amplio son dos opciones excelentes para detenerte. Si estás en una autopista, trata de llegar a una salida y busca un área donde puedas estar fuera del flujo de tráfico. Si no puedes llegar a una salida, busca una zona donde el arcén sea lo suficientemente ancho para que puedas trabajar sin riesgos.

2. Encienda las luces intermitentes.

Si aún estás al costado de la carretera, es fundamental que enciendas las luces de emergencia intermitentes. Estas luces alertarán a otros conductores de tu presencia y les indicarán que tienes un problema con tu vehículo.

Encender las luces de emergencia no solo te ayuda a ser más visible, especialmente en condiciones de poca luz o mal tiempo, sino que también proporciona una señal clara de que necesitas espacio y tiempo para resolver la situación. Esta simple acción puede ser crucial para mantener tu seguridad y la de otros conductores en la carretera.

3. Evita que tu coche ruede.

Después de detenerte por completo, es crucial que asegures tu vehículo para evitar que se desplace mientras cambias la llanta pinchada. Primero, aplica el freno de mano. Esto reducirá el riesgo de que el auto se mueva hacia adelante o hacia atrás durante el proceso.

Además, es recomendable usar cuñas para las ruedas, que ayudarán a mantener el vehículo en su lugar. Si no tienes cuñas disponibles, puedes utilizar ladrillos o piedras grandes como una solución temporal.

La colocación de las cuñas es importante según la llanta que estés cambiando. Si estás cambiando una llanta trasera, coloca las cuñas delante de las llantas delanteras para evitar que el coche ruede hacia adelante. Si estás cambiando una llanta delantera, coloca las cuñas detrás de las llantas traseras para evitar que el coche ruede hacia atrás.

4. Consulte el manual del propietario.

Después de encontrar un lugar seguro para estacionar, encender las luces de emergencia y asegurar tu vehículo, es momento de sacar el manual del propietario. Este documento es esencial porque contiene instrucciones específicas para tu vehículo, incluyendo cómo cambiar una llanta pinchada.

Cada vehículo puede tener requisitos únicos, como el punto exacto donde debe colocarse el gato para levantar el auto de manera segura, la ubicación de la llanta de repuesto y las herramientas, o cualquier procedimiento especial que necesites seguir. El manual del propietario te proporcionará detalles importantes y pasos a seguir para evitar daños al vehículo y asegurar que el cambio de llanta sea efectivo.

5. Encuentra tu llanta de refacción.

La ubicación exacta de tu llanta de repuesto puede variar según el tipo de vehículo que conduces. En muchos autos compactos, la rueda de repuesto se encuentra en el maletero, debajo de una tapa o un pestillo. En algunas camionetas y SUV, la llanta de repuesto suele estar suspendida debajo del vehículo.

El manual del propietario te indicará dónde encontrar la llanta de repuesto específica de tu vehículo. Esta información es crucial, ya que te ahorrará tiempo y esfuerzo durante una situación de emergencia.

Es importante mencionar que, según la AAA, muchos coches modernos no vienen con una llanta de repuesto. Si descubres que tu automóvil no tiene una, es recomendable que visites tu Autolab local lo antes posible. Ellos pueden ofrecerte opciones de llantas

6. Busque las herramientas necesarias.

Si tu automóvil vino con una llanta de repuesto, es probable que también esté equipado con las dos herramientas esenciales que necesitarás: un gato y una llave de tuercas. Estas herramientas suelen estar guardadas en el maletero, junto con la llanta de repuesto.

Para encontrarlas, revisa el maletero de tu vehículo. A menudo, las herramientas están almacenadas en compartimentos especiales o sujetas con correas para evitar que se muevan mientras conduces. Si no estás seguro de dónde están, consulta nuevamente el manual del propietario, que generalmente incluye un diagrama o una descripción de su ubicación exacta.

7. Retire la tuerca de seguridad.

Si tu vehículo está equipado con una tuerca de seguridad, es importante quitarla antes de continuar con el cambio de la llanta. La tuerca de seguridad está diseñada para prevenir el robo de las ruedas y puede requerir una llave especial para ser retirada.

En la mayoría de los casos, puedes quitar la tapa de la maza con el extremo plano de la llave de tuercas. Sin embargo, es fundamental que leas el manual del propietario para asegurarte de que no necesitas una herramienta especial. El manual te proporcionará instrucciones precisas sobre cómo retirar la tuerca de seguridad de manera adecuada.

Una vez que hayas retirado la tuerca de seguridad, puedes proceder a aflojar las demás tuercas de la rueda. Asegúrate de hacerlo antes de levantar el vehículo con el gato, ya que es más seguro y fácil aflojar las tuercas mientras el vehículo aún está en el suelo.

8. Afloje las tuercas.

Con la llave de tuercas, gire las tuercas en sentido antihorario. Puede que necesites usar el pie o aplicar el peso de tu cuerpo para aflojarlas, y eso está perfectamente bien. A veces, las tuercas están muy apretadas y requieren un poco más de esfuerzo para soltarse.

Afloja las tuercas aproximadamente entre un cuarto y media vuelta. No las quites por completo en este momento. Es importante aflojarlas antes de levantar el coche con el gato porque una vez que el vehículo esté en el aire, será más difícil y peligroso aflojar las tuercas.

Este paso es crucial para asegurar que puedas retirar la rueda con facilidad una vez que el coche esté elevado. Tomarse el tiempo para aflojar adecuadamente las tuercas antes de levantar el vehículo te ayudará a realizar el cambio de llanta de manera más segura y eficiente.

9. Coloque el gato debajo del automóvil.

¿Pero dónde exactamente? Generalmente, el gato debe colocarse debajo del vehículo, al lado de la llanta pinchada. La mayoría de los marcos de los automóviles tienen un área dentada particular diseñada específicamente para acomodar el gato. Esta área está reforzada para soportar el peso del vehículo sin dañarlo.

Para encontrar la ubicación exacta, siéntelo con cuidado y asegúrate de que la ubicación sea resistente. El manual del propietario es una herramienta invaluable en este paso, ya que especifica exactamente dónde colocar el gato para tu vehículo en particular.

Asegúrate de colocar el gato en el punto indicado y de que esté bien asentado antes de comenzar a levantar el automóvil. Esto garantizará que el vehículo se eleve de manera segura y estable, permitiéndote cambiar la llanta sin riesgo de que el coche se mueva o caiga durante el proceso.

10. Levantar el coche con el gato.

Una vez que el gato esté en el lugar correcto, úsalo para levantar el automóvil aproximadamente 6 pulgadas del suelo. Los gatos pueden variar en su diseño y funcionamiento, así que asegúrate de utilizarlos correctamente y de seguir las instrucciones específicas para tu tipo de gato.

Gira la manivela o utiliza la palanca del gato según el modelo para elevar el vehículo. Asegúrate de que el auto se esté levantando de manera uniforme y que el gato permanezca estable en su lugar durante todo el proceso.

Advertencia: ¡Mantén las manos, los pies y otras partes del cuerpo alejados de la parte inferior del automóvil durante o después del proceso de levantar el vehículo con el gato! Es crucial que nadie se coloque debajo del vehículo mientras esté elevado únicamente por el gato, ya que esto puede ser extremadamente peligroso.

11. Retire las tuercas.

Es hora de quitar las tuercas de la llanta. Ahora que el coche está elevado y las tuercas están previamente aflojadas, deberías poder desenroscarlas con los dedos.

Comienza retirando cada tuerca una por una, guardándolas en un lugar seguro para evitar que se pierdan. Es importante mantener todas las tuercas juntas, ya que las necesitarás nuevamente para asegurar la llanta de repuesto.

Asegúrate de que el vehículo esté bien estabilizado en el gato antes de proceder, y recuerda trabajar con cuidado para evitar cualquier accidente. Una vez que hayas retirado todas las tuercas, estarás listo para quitar la llanta pinchada y reemplazarla con la llanta de repuesto.

12. Retire la llanta pinchada.

Agarra el neumático por las bandas de rodadura y deslízalo hacia ti hasta que esté completamente libre del cubo de la rueda. Puede que necesites hacer un poco de esfuerzo si la rueda está atascada, pero debería salir sin demasiado problema.

Una vez que hayas retirado la rueda, colócala de lado para evitar que se desplace. Esto no solo mantendrá la rueda segura y fuera del camino, sino que también te permitirá tener un espacio despejado para instalar la llanta de repuesto.

Asegúrate de manejar la rueda con cuidado para evitar lesiones y para mantener el área de trabajo organizada. Con la rueda pinchada fuera del camino, estarás listo para montar la llanta de repuesto y continuar con el proceso de cambio de llanta.

13. Ponte el repuesto.

Toma la llanta de repuesto y colócala en el cubo de la rueda, asegurándote de alinear correctamente los agujeros de la llanta con los pernos. Levanta la llanta de repuesto y deslízala en el cubo de la rueda hasta que los pernos sean visibles a través de los agujeros de la llanta.

Asegúrate de que la llanta esté bien asentada y que los pernos estén alineados adecuadamente. Esto facilitará el siguiente paso de asegurar la llanta con las tuercas. Tomarse el tiempo para alinear correctamente la llanta desde el principio te ahorrará problemas y asegurará un ajuste seguro y firme.

14. Atornille las tuercas.

Coloca las tuercas en los pernos y atorníllalas con la mano, asegurándote de que estén bien colocadas pero sin apretarlas aún con la llave. Trabaja en un patrón de estrella o en forma de cruz, comenzando con una tuerca y luego pasando a la tuerca que está casi directamente opuesta a la que acabas de apretar. Este patrón ayuda de dos maneras:

Primero, asegura que las tuercas se mantengan correctamente alineadas cuando las aprietes con la llave. Segundo, reduce la probabilidad de que la rueda se tambalee, asegurando un ajuste más equilibrado y firme.

Siguiendo este patrón, atornilla todas las tuercas con la mano hasta que estén firmemente en su lugar. Una vez que todas las tuercas estén en su sitio, estarás listo para bajar el coche y apretarlas completamente.

15. Baje el gato.

Utiliza el gato para bajar parcialmente el automóvil hasta que la llanta de repuesto toque el suelo, pero asegúrate de que todo el peso del vehículo no descanse completamente sobre la llanta. Esto te permitirá apretar las tuercas de manera segura y efectiva sin que la llanta se mueva.

Con la llanta en contacto con el suelo, toma la llave de tuercas y aprieta cada tuerca en el sentido de las agujas del reloj. Trabaja nuevamente en un patrón de estrella o cruz, asegurándote de que las tuercas queden lo más apretadas posible. Puede que necesites usar algo de fuerza para asegurarte de que están bien ajustadas.

Una vez que todas las tuercas estén firmemente apretadas, utiliza el gato para bajar completamente el automóvil hasta que esté en el suelo y puedas retirar el gato. Este paso asegura que la llanta de repuesto esté bien sujeta y segura para conducir.

16. Bajar completamente el coche.

Ahora es el momento de bajar el coche hasta el suelo y quitar el gato. Utiliza el gato para bajar el vehículo de manera lenta y controlada hasta que toda la llanta de repuesto esté firmemente en contacto con el suelo y el vehículo esté completamente apoyado en sus ruedas.

Una vez que el coche esté en el suelo, retira el gato y guárdalo junto con las demás herramientas.

Finalmente, revisa las tuercas una última vez para asegurarte de que estén lo más apretadas posible. Utiliza la llave de tuercas para darles un ajuste final en el mismo patrón de estrella o cruz que usaste antes. Asegurarte de que las tuercas estén bien apretadas garantizará que la llanta esté segura y evitará problemas mientras conduces.

17. Colocar la tuerca de seguridad.

Si tuviste que quitar la tuerca de seguridad al principio del proceso, ahora es el momento de volver a colocarla. Coloca la tuerca de seguridad en su lugar y apriétala con la herramienta especial que viene con ella. Asegúrate de que esté bien ajustada para mantener la llanta segura.

Si también quitaste un tapacubos y no encaja bien sobre la llanta de repuesto, guárdalo en el maletero de tu automóvil para no perderlo. De esta manera, podrás volver a colocarlo cuando instales una llanta adecuada que permita su colocación.

Con la tuerca de seguridad en su lugar y el tapacubos guardado de manera segura si es necesario, habrás completado el proceso de cambiar la llanta. Ahora puedes continuar tu viaje con la tranquilidad de saber que has realizado el cambio de manera correcta y segura.

18. Verifique la presión de los neumáticos.

Es crucial verificar la presión de la llanta de repuesto para asegurarte de que tiene la cantidad adecuada de aire. Utiliza un medidor de presión de neumáticos para medir la presión. Las llantas de repuesto temporales generalmente requieren alrededor de 60 psi.

Si encuentras que la presión de la llanta de repuesto es baja, conduce lentamente y con precaución hasta Autolab u otra estación de servicio cercana para inflar la llanta a la presión adecuada. Mantener la presión correcta en tus neumáticos es esencial para una conducción segura y para evitar daños adicionales a la llanta de repuesto.

19. Empaca tus herramientas.

Antes de marcharte, asegúrate de haber guardado todas las herramientas y equipos que utilizaste. Revisa a tu alrededor y guarda el gato, la llave de tuercas, las cuñas para las ruedas, la llanta pinchada y la tapa de la maza (si corresponde) en el maletero de tu automóvil.

Además, asegúrate de soltar el freno de mano antes de despegar. Hacer un repaso final de todos estos pasos te ayudará a garantizar que no dejas nada atrás y que tu vehículo esté listo para continuar el viaje de manera segura.

20. Visite a un profesional de neumáticos.

Recuerda que las llantas de repuesto están diseñadas para ser una solución temporal. No deberías viajar largas distancias ni a altas velocidades con una llanta de repuesto. Es importante visitar a un profesional de neumáticos lo antes posible para evaluar la llanta pinchada.

Un técnico capacitado de Autolab podrá decirte si tu llanta pinchada puede ser reparada o si necesita ser reemplazada. Ellos tienen el conocimiento y las herramientas necesarias para asegurar que tu vehículo vuelva a estar en condiciones óptimas.

Para evitar quedarte varado al costado de la carretera nuevamente, consulta a un técnico de llantas en tu Autolab. Ellos te ayudarán a mantener tus neumáticos en buen estado y te proporcionarán la tranquilidad de saber que estás conduciendo de manera segura.









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