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22 agosto, 2024 - Lectura 3 minutos.
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En las últimas dos décadas, el monitoreo de la presión de las llantas (TPMS, por sus siglas en inglés) ha dejado de ser una característica exclusiva de los carros de lujo para convertirse en una exigencia legal para todos los vehículos livianos. Este cambio fue impulsado por una legislación aprobada en 2007 que establece la obligatoriedad de incorporar sistemas de control de presión de llantas en todos los carros que pesen menos de 4,536 kilogramos. El objetivo principal de esta ley es mejorar la seguridad en las carreteras y optimizar la eficiencia del combustible, evitando problemas relacionados con la presión inadecuada en las llantas.
Existen dos tipos principales de sistemas de monitoreo de presión: el sistema directo y el sistema indirecto. Cada uno tiene sus particularidades, ventajas y desventajas, que detallaremos más adelante en este artículo. Sin embargo, independientemente del tipo de sistema que utilice tu carro, es crucial entender cómo funcionan y por qué es vital mantener la presión adecuada en las llantas. Esto no solo contribuye a una conducción más segura y eficiente, sino que también prolonga la vida útil de las llantas, ahorrándote tiempo y dinero en el mantenimiento de tu vehículo.
Existen dos tipos principales de sistemas para monitorear la presión de las llantas: los sistemas directos e indirectos. Ambos tienen sus propias características, ventajas y desventajas.
El sistema de monitoreo indirecto es una opción más económica que utilizan muchos fabricantes de carros. A diferencia del sistema directo, el sistema indirecto no mide directamente la presión del aire en cada llanta. En lugar de eso, se basa en la comparación de las revoluciones de cada rueda.
Para entender cómo funciona, imagina que estás conduciendo un carro y una de tus llantas tiene menos aire del necesario. Esta llanta desinflada tendrá una circunferencia más pequeña, lo que significa que necesitará girar más veces para recorrer la misma distancia que una llanta con la presión adecuada. Es como si tuvieras dos bicicletas, una con llantas infladas correctamente y otra con llantas desinfladas. La bicicleta con llantas desinfladas recorrerá la pista más lentamente porque sus ruedas necesitan girar más veces para cubrir la misma distancia.
El sistema de monitoreo indirecto utiliza los sensores del sistema de frenos antibloqueo (ABS) para observar estas diferencias en las velocidades de rotación de las ruedas. Estos sensores están diseñados para evitar que las ruedas se bloqueen durante una frenada brusca, pero también pueden detectar si una rueda gira más rápido o más lento que las otras. Si una rueda tiene una velocidad de rotación diferente, es probable que su presión sea incorrecta.
El sistema de monitoreo directo, por otro lado, es conocido por su precisión y facilidad de uso. Este tipo de sistema utiliza sensores instalados directamente en la cámara de aire de cada llanta para medir la presión interna de manera constante y precisa.
Existen dos maneras principales de montar estos sensores: algunos se colocan con una banda que rodea la circunferencia interna de la rueda, pero la mayoría de los sensores modernos están integrados en el vástago de la válvula de cada llanta. El vástago de la válvula es la parte de la llanta donde normalmente se agrega aire, lo que permite una medición directa y efectiva.
Cada sensor tiene un código de identificación por radiofrecuencia (RFID) único. Este código permite que el sensor transmita información específica sobre la presión de cada llanta a un receptor central en el carro. A diferencia de los sistemas indirectos, el receptor del sistema directo no compara las presiones de las llantas entre sí. En su lugar, compara cada lectura con un umbral de variación previamente establecido.
Por ejemplo, si la presión ideal para tus llantas es de 32 psi (libras por pulgada cuadrada), el sistema puede permitir una variación de hasta 2 psi. Esto significa que si la presión en alguna llanta cae por debajo de 30 psi o sube por encima de 34 psi, el sistema activará una luz de advertencia en el tablero para informarte del problema.
Esta capacidad de monitorear y alertar sobre desviaciones específicas hace que los sistemas de control directo sean extremadamente fiables. No solo te ayudan a mantener tus llantas a la presión adecuada, lo que mejora la seguridad y el rendimiento de tu carro, sino que también pueden prolongar la vida útil de las llantas al evitar el desgaste irregular causado por presiones incorrectas.
Elegir entre un sistema de monitoreo directo o indirecto depende de tus necesidades y prioridades. Aquí te presentamos una comparación para ayudarte a decidir:
Monitoreo Directo de la Presión de las llantas
Ventajas:
Desventajas:
Monitoreo Indirecto de la Presión de las llantas
Ventajas:
Desventajas:
Independientemente del sistema de monitoreo que tenga tu carro, es crucial mantener una vigilancia regular sobre la presión de las llantas para garantizar una conducción segura y eficiente. Si necesitas revisar o actualizar el sistema de control de presión de las llantas de tu carro, te invitamos a visitar Autolab, donde nuestros expertos estarán encantados de ayudarte.
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