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1 octubre, 2024 - Lectura 3 minutos.
1 octubre, 2024 - Lectura 3 minutos.
Autolab / Conducción
Uno de los errores más comunes que puede cometer un conductor, especialmente cuando está manejando un carro al que no está acostumbrado, es dejar el freno de mano activado mientras conduce. Aunque al principio este error puede no parecer tan grave, puede tener consecuencias importantes si no se corrige rápidamente. El primer síntoma que notarás es una falta de potencia o resistencia al acelerar, ya que el freno está ejerciendo presión sobre las ruedas. Si sigues conduciendo durante más tiempo, empezarás a percibir un olor a quemado, una señal clara de que las pastillas de freno están sometidas a un calor excesivo. Este calor, generado por la fricción continua, puede dañar varios componentes del sistema de frenos.
La respuesta corta es sí, pero la extensión del daño depende de varios factores, como la distancia que recorriste, la velocidad a la que ibas y cuán intensamente estaba aplicado el freno de mano. Vamos a desglosar los factores que determinan el impacto que este error puede tener en el sistema de frenos de tu carro.
Imagen freno de mano/ envato
Si conduces una distancia corta o a una velocidad muy baja con el freno de mano activado, es probable que no se produzcan daños permanentes. Sin embargo, a medida que aumentas la velocidad o recorres distancias más largas, la fricción entre las pastillas de freno y los rotores genera una cantidad considerable de calor. Este calor puede hacer que las pastillas de freno se calienten demasiado, reduciendo su eficacia y acelerando su desgaste.
El calor generado al conducir con el freno de mano puesto no solo afecta las pastillas de freno, sino que también puede transferirse al líquido de frenos, llevándolo a su punto de ebullición en situaciones extremas. Cuando el líquido de frenos hierve, pierde su capacidad de transmitir presión de manera eficiente, lo que puede causar una pérdida temporal de la capacidad de frenado. Aunque en la mayoría de los casos el calor solo forma una capa de esmalte en las pastillas, lo que las hace resbaladizas y menos efectivas, es importante permitir que los frenos se enfríen y usarlos de manera normal para que esa capa desaparezca.
El grado de daño que puede sufrir el sistema de frenos también depende de cuán fuertemente aplicaste el freno de mano. Si el freno estaba ligeramente activado, el daño puede ser mínimo, ya que la fricción no es suficiente para causar un calentamiento severo. Sin embargo, si aplicaste el freno de mano con fuerza, es probable que las pastillas de freno sufran un daño significativo, lo que podría llevar a que necesiten ser reemplazadas más pronto de lo esperado.
El impacto de conducir con el freno de mano puesto también varía según si tu carro tiene tracción delantera o tracción trasera.
En los carros con tracción delantera, es probable que las ruedas traseras no giren en absoluto si el freno de mano está activado. Esto significa que podrías notar inmediatamente que algo está mal, ya que las ruedas se arrastrarán en lugar de rodar. En este caso, el desgaste de los neumáticos es evidente y, aunque podrías no dañar gravemente los frenos, deberás revisar los neumáticos y frenos después del incidente.
En los carros con tracción trasera, el motor puede tener la potencia suficiente para superar la resistencia del freno de mano y hacer que el carro se mueva sin que notes el problema de inmediato. Sin embargo, esto puede causar un desgaste acelerado en las pastillas de freno y, en casos graves, dañar los rodamientos de las ruedas o causar fallos catastróficos en el sistema de frenos. Es especialmente importante estar atento a cualquier signo de mal funcionamiento si conduces un carro con tracción trasera y notas que el freno de mano estaba activado.
El mantenimiento regular de los frenos es esencial para garantizar la seguridad de tu carro en la carretera. Dejar el freno de mano activado mientras conduces puede acelerar el desgaste de las pastillas y discos, lo que significa que podrías necesitar un reemplazo más pronto de lo esperado. Aquí te mostramos algunos síntomas que indican que los frenos de tu carro podrían necesitar una revisión o reemplazo:
imagen pastilla de frenos/envato
Si notas que los frenos se sienten esponjosos o menos responsivos después de haber conducido con el freno de mano puesto, esto podría ser una señal de que hay aire en el sistema de frenos o que el líquido de frenos está en mal estado. En estos casos, es crucial revisar el nivel y estado del líquido de frenos y, si es necesario, purgar el sistema para eliminar las burbujas de aire.
Otro síntoma de daño en los frenos es una pulsación o rebote en el pedal al aplicar los frenos. Esto es un signo claro de que las pastillas de freno se han sobrecalentado y se han desgastado de manera desigual. Si sientes este síntoma, las pastillas de freno deben ser inspeccionadas y, en la mayoría de los casos, reemplazadas.
El desgaste de los frenos es un proceso normal que ocurre con el tiempo, pero conducir con el freno de mano activado puede acelerar este desgaste. Si has conducido a alta velocidad o por largas distancias con el freno de mano puesto, es probable que las pastillas y discos de freno hayan sufrido un desgaste significativo, lo que requerirá su reemplazo inmediato.
Conducir con el freno de mano activado es un error común que puede tener consecuencias graves si no se corrige a tiempo. La extensión del daño depende de factores como la distancia recorrida, la velocidad y cuán fuerte estaba aplicado el freno. Si notas síntomas como frenos esponjosos, pulsaciones en el pedal o un rendimiento deficiente de los frenos, es fundamental que hagas revisar tu sistema de frenos lo antes posible. En Autolab, nuestros técnicos expertos están listos para ayudarte a evaluar y reparar cualquier problema en el sistema de frenos, asegurando que tu carro esté en las mejores condiciones para mantenerte seguro en la carretera. Agenda una cita con nosotros y garantiza el cuidado adecuado de tu carro.
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