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9 agosto, 2024 - Lectura 3 minutos.
9 agosto, 2024 - Lectura 3 minutos.
Autolab / Básicos
Muchos conductores creen que las pastillas de freno necesitan calentarse, que hay pastillas de freno blandas y duras, y que cuando escuchas chirridos y ruidos extraños en los frenos, las pastillas son la única causa de esos sonidos. Resulta que todos estos son conceptos erróneos muy comunes. ¡Acompáñanos mientras desmentimos estos mitos sobre los frenos y más!
Este es un mito bastante común, pero la realidad es diferente, especialmente cuando hablamos de vehículos de uso diario. La idea de que las pastillas de freno necesitan calentarse para ser eficaces es válida solo en contextos muy específicos, como el de los pilotos de carreras de IndyCar.
Para entender mejor, hablemos primero de cómo funcionan los frenos. Las pastillas de freno están diseñadas para generar fricción contra los discos de freno cuando se presiona el pedal. Esta fricción es la que permite que el vehículo se detenga. En los autos de uso diario, las pastillas de freno están fabricadas con materiales que funcionan eficientemente a temperaturas normales, es decir, no necesitan calentarse para hacer bien su trabajo. Así que, sin importar si los frenos están fríos o calientes, tu carro se detendrá de manera segura y efectiva.
Por otro lado, los frenos de alto rendimiento, como los que se encuentran en autos deportivos y de carreras, están diseñados para soportar condiciones extremas. Estos autos alcanzan altas velocidades y generan mucho más calor debido a la fricción constante y la fuerza que se requiere para detenerlos rápidamente. Por eso, las pastillas de freno en estos vehículos están hechas de materiales especiales que funcionan mejor cuando están calientes. En estos casos, sí es necesario que los frenos alcancen una cierta temperatura para ofrecer el máximo rendimiento.
Un ejemplo claro es cuando ves una carrera de autos y notas que los frenos de los vehículos empiezan a brillar en color rojo o naranja. Esto sucede porque están alcanzando temperaturas muy altas, lo cual es necesario para que mantengan su eficiencia en ese contexto específico.
En conclusión, para la mayoría de nosotros que conducimos autos de uso diario, no es necesario preocuparse por calentar las pastillas de freno. Tus frenos están diseñados para funcionar eficientemente sin importar la temperatura. Así que puedes estar tranquilo sabiendo que, en cualquier situación, tu carro se detendrá cuando lo necesites.
Es común escuchar que las pastillas de freno pueden ser «blandas» o «duras», y que una debe ser mejor que la otra. Sin embargo, esta clasificación no es del todo precisa. En realidad, las pastillas de freno no se categorizan de esta manera. Lo más cercano a estas descripciones es la compresibilidad de la pastilla, una característica que se prueba en la fábrica durante su fabricación y que se utiliza como una medida de control de calidad.
La compresibilidad de una pastilla puede influir en la sensación de los frenos, pero no se utiliza para medir su capacidad de frenado. Cuando hablamos de «blando» y «duro» en relación a las pastillas de freno, en realidad nos estamos refiriendo al tipo de fricción que generan cuando entran en contacto con el rotor.
¿Qué es un rotor? Un rotor es una parte fundamental del sistema de frenos, conectado directamente a cada neumático. Para que tu carro se detenga, el rotor debe dejar de girar, y esto se logra mediante la fricción creada por la pastilla de freno al presionarlo.
Las pastillas de freno que se perciben como «duras» suelen ser más ásperas y crean fricción mediante el roce contra el rotor. Este tipo de pastillas tienen una capacidad de frenado muy estable en una amplia gama de temperaturas, lo que las hace ideales para condiciones variables y exigentes.
Por otro lado, las pastillas de freno que se perciben como «blandas» utilizan la adhesión para generar fricción, lo que significa que se «pegan» al rotor en lugar de rozarlo. Estas pastillas son más suaves con el rotor y pueden ayudar a prolongar su vida útil. Aunque no existen pastillas de freno estrictamente «duras» o «blandas», las diferencias en el tipo de fricción que aplican pueden hacer que algunas pastillas parezcan más «duras» que otras.
Es importante prestar atención a cómo se sienten los frenos de tu vehículo. Si notas que los frenos se sienten «suaves» o «esponjosos», como si no fueran a detener el carro a tiempo, es crucial que visites tu Autolab local lo antes posible. Esta sensación puede indicar un problema más grave en el sistema de frenos de tu vehículo. Los frenos «esponjosos» pueden ser un signo de un cilindro maestro defectuoso, una línea de freno torcida, pinzas traseras que no se han ajustado correctamente o una fuga de líquido de frenos.
Es común pensar que todo ruido que se escucha al frenar proviene de las pastillas de freno, pero esta no es la única fuente posible. Si bien las pastillas de freno pueden ser responsables de algunos ruidos, no son el único componente que puede generar sonidos al frenar.
Las pastillas de freno están diseñadas con indicadores de desgaste que rozan el rotor cuando las pastillas están muy desgastadas y necesitan ser reemplazadas. Este roce produce un chirrido agudo que proviene de la zona de los neumáticos, alertándote de que es momento de cambiar las pastillas.
Sin embargo, hay otras causas potenciales de ruido en el sistema de frenos. Cuando presionas el pedal, las pastillas de freno crean fricción y vibraciones. Estas vibraciones pueden generar ruidos al propagarse a otras partes del sistema de frenos o incluso a diferentes partes del carro. Los ruidos de alta frecuencia suelen originarse en piezas más delgadas del sistema, como el rotor o la pinza. Por otro lado, los ruidos de baja frecuencia generalmente provienen de vibraciones en piezas más gruesas, como los puntales o la propia carrocería del vehículo.
Para poner un ejemplo, imagina que estás conduciendo y escuchas un chirrido agudo al frenar. Esto podría deberse a que los indicadores de desgaste de las pastillas están rozando el rotor. Pero, si escuchas un ruido más bajo y profundo, es posible que esté relacionado con vibraciones en los puntales o incluso en la carrocería del carro.
Es crucial no ignorar estos ruidos, ya que pueden ser indicativos de problemas más serios. Si los chirridos se convierten en gritos o notas cualquier ruido inusual al frenar, lleva tu vehículo a tu Autolab local. Nuestros técnicos expertos pueden ayudarte a identificar y reducir el exceso de ruido en los frenos mediante un servicio de inspección y reparación adecuado.
Recuerda, mantener el sistema de frenos en buen estado no solo es importante para tu comodidad, sino también para tu seguridad en la carretera. Un ruido al frenar puede ser una señal de que algo no está funcionando correctamente, y atenderlo a tiempo puede prevenir problemas mayores y costosos en el futuro.
Es cierto que se tarda aproximadamente tres veces más en frenar en carreteras mojadas que en carreteras secas, pero esto no se debe a que alguna parte del sistema de frenos esté húmeda. La razón principal por la que se incrementa el tiempo de frenado en estas condiciones es la pérdida de tracción en los neumáticos.
Cuando los rotores de freno se mojan, el agua que queda en ellos es rápidamente expulsada por la intensa fuerza centrífuga generada por las ruedas giratorias. Esto significa que los rotores no permanecen mojados el tiempo suficiente como para afectar significativamente el rendimiento de los frenos. En cambio, el verdadero problema en condiciones de lluvia es que el agua se mezcla con el aceite, la suciedad y otros residuos en la carretera, lo que la hace más resbaladiza y reduce la tracción de los neumáticos.
La falta de tracción es la causa principal del aumento en el tiempo de frenado en carreteras mojadas o resbaladizas. Los neumáticos pierden adherencia y, como resultado, les cuesta más detener el carro. Por eso, es esencial reducir la velocidad en estas condiciones. Conducir a velocidades más bajas permite que una mayor parte de la banda de rodadura de los neumáticos haga contacto con la carretera, lo que mejora la tracción y, por ende, reduce el tiempo de frenado.
Un consejo útil es siempre mantener una distancia de seguridad mayor de la habitual cuando conduces bajo la lluvia. Esto te dará más tiempo para reaccionar y frenar de manera segura. Además, asegúrate de que tus neumáticos estén en buen estado y con la presión adecuada, ya que esto también influye en la capacidad de frenado en condiciones adversas.
Es fácil pensar que los rotores perforados o ranurados pueden mejorar el rendimiento de frenado de tu carro, sobre todo porque tienen un aspecto atractivo y se ven profesionales. Sin embargo, esta creencia es un mito, a menos que seas un conductor de carreras de alto rendimiento, como los de IndyCar.
Los rotores perforados o ranurados están diseñados para aplicaciones muy específicas, principalmente en autos de carreras de alto rendimiento. En estos contextos, los rotores ranurados ayudan a distribuir el calor de manera más uniforme durante las frenadas extremas y repetidas. Esto es crucial en las carreras, donde los frenos se utilizan constantemente a altas temperaturas. Sin embargo, esta técnica tiene un costo: reduce la vida útil del rotor.
Para los vehículos de uso diario, los rotores perforados o ranurados no ofrecen beneficios significativos en términos de rendimiento de frenado. En condiciones normales de conducción, los frenos no alcanzan las temperaturas extremas que se ven en las carreras, por lo que la ventaja de una mejor distribución del calor es mínima. Además, los rotores perforados y ranurados pueden desgastarse más rápido que los rotores lisos tradicionales, lo que implica un costo adicional en su reemplazo más frecuente.
Para ilustrar esto con un ejemplo, imagina que tienes un carro de uso diario y decides instalarle rotores perforados porque te dijeron que mejorarán el rendimiento de frenado. Aunque podrías notar una ligera mejora en situaciones muy específicas, esta mejora probablemente no compensará el hecho de que tendrás que reemplazar los rotores con más frecuencia, incrementando tus gastos en mantenimiento.
Si realmente quieres mejorar el rendimiento de frenado de tu carro, es mejor enfocarse en otros aspectos del sistema de frenos, como utilizar pastillas de freno de alta calidad y asegurarte de que todo el sistema esté en buen estado. Además, mantener los neumáticos en buen estado y con la presión adecuada también es crucial para un buen rendimiento de frenado.
¿Tienes curiosidad por tus frenos? ¡Visita hoy a los expertos en frenos de tu Autolab local! Aunque tu carro no tenga fecha de caducidad, tus frenos y pastillas de freno sí la tienen. Es vital mantener estos componentes en óptimas condiciones para garantizar tu seguridad en la carretera.
En Autolab, nuestros técnicos realizan casi un millón de reparaciones de frenos cada año. Esto significa que prácticamente hemos visto y oído de todo cuando se trata de problemas de frenos. Nuestra experiencia nos permite diagnosticar y solucionar cualquier problema de manera rápida y eficiente.
No confíes el cuidado de tus frenos a cualquiera. En Autolab, nos dedicamos a ofrecer el mejor servicio y asegurar que tu carro esté en las mejores manos. ¡Confíanos el cuidado de tus frenos y conduce con la tranquilidad de saber que tu vehículo está en excelentes condiciones!
Nuestra propuesta de valor es ayudarle a nuestros clientes a gestionar eficientemente el mantenimiento de sus vehículos.
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