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13 agosto, 2024 - Lectura 3 minutos.
13 agosto, 2024 - Lectura 3 minutos.
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Las temperaturas invernales pueden tener un impacto significativo en la eficiencia del combustible de tu vehículo. Según FuelEconomy.gov, el rendimiento de la gasolina en vehículos convencionales es aproximadamente un 12% menor a 20 grados Fahrenheit que a 77 grados Fahrenheit, ¡una diferencia enorme! Para los vehículos híbridos, la economía de combustible cae aún más dramáticamente en climas fríos. Aquí te explicamos por qué existe esta brecha en la eficiencia del combustible durante el invierno y cómo puedes ahorrar algo de dinero con algunas estrategias útiles para el cuidado de tu vehículo en invierno
1. Combine sus recados y viajes, en lugar de realizar varios viajes en coche a lo largo del día.
En climas fríos, el motor de tu vehículo puede tardar más en alcanzar su temperatura más eficiente en combustible. ¡Hazle la vida más fácil! Combina viajes para evitar que el motor se caliente varias veces al día. Por ejemplo, realiza tus recados de camino al trabajo o de regreso, o de camino a recoger a los niños. De esta manera, el motor no se enfriará completamente entre paradas, lo que significa que no utilizará tanto combustible para volver a calentarse.
Combinar tus viajes y reducir la cantidad de viajes individuales no solo evitará el desperdicio de combustible innecesario, sino que también reducirá el consumo general de combustible. Además, esta práctica puede ahorrarte tiempo y reducir el desgaste del motor y otros componentes del vehículo.
2. Retire los accesorios que puedan aumentar la resistencia al viento.
Aunque es posible que le hayas dado buen uso a la baca de tu vehículo durante el verano, podría estar afectando negativamente tu economía de combustible ahora que llegó el invierno. Una caja de carga grande en el techo puede reducir la economía de combustible entre un 2% y un 8% en conducción urbana y entre un 6% y un 17% en la carretera.
Los accesorios como las bacas y las cajas de carga aumentan la resistencia al viento, lo que hace que el motor de tu vehículo tenga que trabajar más para mantener la velocidad. Esto se traduce en un mayor consumo de combustible. En invierno, cuando la eficiencia del combustible ya es menor debido a las bajas temperaturas, es aún más importante minimizar cualquier factor que pueda aumentar el consumo.
3. Intenta aparcar en un lugar cálido.
Si tienes garaje, ¡úsalo! Estacionar tu vehículo adentro, en lugar de afuera en el camino de entrada, puede ayudarte a ahorrar combustible. Tu motor se mantendrá un poco más caliente en el garaje que si lo estacionas afuera expuesto a los elementos. Esto tiene dos beneficios principales: reducirá el tiempo necesario para que el motor se caliente a una temperatura que ahorre combustible y te evitará la necesidad de utilizar la función de descongelación en tu vehículo, lo que puede disminuir tu eficiencia de combustible.
Reducción del tiempo de calentamiento del motor: Cuando estacionas en un garaje, el motor de tu vehículo permanece más cálido que si estuviera al aire libre. Esto significa que necesitará menos tiempo para alcanzar la temperatura óptima de funcionamiento, reduciendo el consumo de combustible durante el arranque.
Menor uso de la función de descongelación: Aparcar en un lugar cálido puede reducir o incluso eliminar la necesidad de usar la función de descongelación para eliminar el hielo y la nieve del parabrisas. La descongelación consume combustible adicional, por lo que evitarla ayuda a mejorar la eficiencia de tu vehículo.
Usa el garaje: Siempre que sea posible, estaciona tu vehículo en el garaje. Mantén el garaje ordenado para asegurarte de que siempre haya espacio disponible para el automóvil.
Busca estacionamientos cubiertos: Si no tienes garaje, busca estacionamientos cubiertos o áreas protegidas del viento y la nieve. Incluso un toldo o una estructura simple puede ayudar a mantener el vehículo más cálido.
Utiliza mantas térmicas para el motor: En climas extremadamente fríos, puedes considerar usar una manta térmica para el motor. Estas mantas ayudan a mantener el calor del motor durante la noche, facilitando el arranque por la mañana.
4. No dejes tu auto en ralentí durante largos períodos de tiempo para calentarlo.
Si has adquirido el hábito de arrancar tu automóvil 10 minutos o más antes de salir, es hora de cambiar ese hábito. A muchos de nosotros nos han enseñado que dejar el motor en ralentí lo «calentará». Si bien esto puede ser cierto, la mayoría de los fabricantes dicen que ya no es necesario. En su lugar, arranca el motor, espera 30 segundos y luego conduce suavemente para calentar el motor gradualmente sin desperdiciar combustible.
Desperdicio de combustible: Dejar el motor en ralentí consume combustible sin ningún beneficio real, lo que resulta en un desperdicio innecesario.
Mayor contaminación: El motor en ralentí produce emisiones innecesarias que contribuyen a la contaminación del aire.
Desgaste del motor: El ralentí prolongado puede causar un desgaste prematuro del motor y sus componentes, especialmente en climas fríos donde el aceite puede tardar en alcanzar todas las partes del motor.
Arranca el motor y espera 30 segundos: En la mayoría de los casos, solo necesitas esperar unos 30 segundos después de arrancar el motor antes de comenzar a conducir. Esto permite que el aceite llegue a todas las partes del motor.
Conduce suavemente: Comienza a conducir suavemente para permitir que el motor se caliente gradualmente. Evita aceleraciones bruscas y mantén una velocidad moderada hasta que el motor alcance su temperatura óptima de funcionamiento.
Utiliza calentadores de bloque del motor: En climas extremadamente fríos, considera el uso de un calentador de bloque del motor. Estos dispositivos mantienen el motor a una temperatura adecuada durante la noche, facilitando el arranque y reduciendo el tiempo necesario para que el motor se caliente.
5. Controle la presión de sus neumáticos.
Para asegurarte de que tu vehículo obtenga la máxima economía de combustible posible, vigila de cerca la presión de los neumáticos. Las temperaturas invernales pueden provocar cambios en la presión de los neumáticos y esos cambios pueden afectar la eficiencia del combustible. Cuidar la presión de tus neumáticos no solo beneficia al motor, sino también a tu presupuesto de gasolina. Comprueba la presión de los neumáticos con frecuencia e infla según sea necesario.
Economía de combustible: Una presión de neumáticos adecuada reduce la resistencia al rodaje, lo que mejora la eficiencia del combustible. Neumáticos subinflados aumentan la resistencia y, por lo tanto, el consumo de combustible.
Seguridad: La presión correcta de los neumáticos asegura una mejor tracción y manejo del vehículo, especialmente en condiciones de carretera resbaladizas y frías.
Vida útil de los neumáticos: Mantener la presión adecuada reduce el desgaste desigual de los neumáticos, prolongando su vida útil y ahorrándote dinero a largo plazo.
Rendimiento del vehículo: Neumáticos correctamente inflados garantizan que tu vehículo se comporte de manera óptima, mejorando la comodidad de la conducción y la estabilidad.
Comprueba la presión regularmente: Hazlo al menos una vez al mes y antes de cualquier viaje largo. Utiliza un medidor de presión de neumáticos confiable.
Ajusta según sea necesario: Sigue las recomendaciones del fabricante de tu vehículo para la presión de los neumáticos. Estas especificaciones suelen encontrarse en el manual del propietario o en una etiqueta dentro de la puerta del conductor.
Ten en cuenta las fluctuaciones de temperatura: Las bajas temperaturas pueden causar una disminución en la presión de los neumáticos. Ajusta la presión según sea necesario durante el invierno.
Usa neumáticos adecuados para invierno: Considera cambiar a neumáticos de invierno si vives en un área con condiciones climáticas extremas. Estos neumáticos están diseñados para mantener la tracción y la eficiencia en temperaturas bajas.
6. Verifique el grado y tipo de aceite de motor de su vehículo.
Es posible que tu motor necesite un aceite de motor diferente para diferentes estaciones. Usar el aceite de motor adecuado para tu vehículo puede reducir el desgaste y el riesgo de daños al motor en temperaturas frías. Durante los meses más fríos, busca un aceite de motor totalmente sintético con la clasificación de invierno “0W” más baja posible. Esto proporcionará la mejor protección para arranques en frío.
Visítanos para un cambio de aceite en tu Autolab local para asegurarte de que tu automóvil esté usando el mejor aceite de motor para conducir en climas fríos.
Protección en arranques en frío: El aceite de motor sintético con una clasificación “0W” asegura una mejor fluidez a bajas temperaturas, facilitando el arranque del motor y proporcionando una protección inmediata contra el desgaste.
Reducción del desgaste del motor: Un aceite de motor adecuado para invierno reduce la fricción y el desgaste en los componentes del motor, prolongando su vida útil.
Mejor rendimiento del motor: El aceite sintético mantiene sus propiedades de lubricación en un rango más amplio de temperaturas, asegurando un rendimiento óptimo del motor incluso en condiciones extremas de frío.
Utiliza el aceite recomendado: Consulta el manual del propietario de tu vehículo para conocer las recomendaciones del fabricante sobre el tipo y grado de aceite adecuado para las condiciones de invierno.
Realiza cambios de aceite regulares: Asegúrate de realizar cambios de aceite regularmente y utiliza aceites sintéticos de alta calidad que ofrezcan la mejor protección en bajas temperaturas.
Consulta a los expertos: Visita tu Autolab local para obtener asesoramiento sobre el mejor aceite de motor para tu vehículo. Nuestros técnicos capacitados pueden ayudarte a elegir el aceite adecuado y realizar el cambio de manera profesional.
Nuestra propuesta de valor es ayudarle a nuestros clientes a gestionar eficientemente el mantenimiento de sus vehículos.
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