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22 agosto, 2024 - Lectura 3 minutos.
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Autolab / Básicos
En toda América del Norte se produce un cambio climático cada año. Las temperaturas más frías de la primavera dan paso a un clima más cálido. En algunas zonas, esto dura dos meses y en otras, seis meses o más. Se llama verano.
Con el verano llega el calor. El calor puede hacer que conducir un carro resulte insoportable, por eso Packard introdujo el aire acondicionado en 1939. Empezó a utilizarse en los carros de lujo y ahora se ha extendido a casi todos los vehículos que se fabrican. El aire acondicionado lleva décadas refrescando a conductores y pasajeros.
El aire acondicionado en tu vehículo cumple dos funciones esenciales para tu comodidad y seguridad: enfriar el aire que ingresa al habitáculo y eliminar la humedad del aire. Vamos a desglosar cada una de estas funciones para entender mejor cómo contribuyen al confort dentro del carro.
La función más conocida del aire acondicionado es enfriar el aire que circula dentro del vehículo. Esto se logra mediante un proceso en el que el aire caliente del exterior es aspirado por el sistema, enfriado a través de un ciclo de compresión y expansión del refrigerante, y luego distribuido por todo el habitáculo. Este proceso no solo baja la temperatura del aire, sino que también lo filtra, mejorando la calidad del aire que respiras mientras conduces.
Otra función crucial del aire acondicionado es la eliminación de la humedad del aire. Al enfriar el aire, el sistema también condensa el vapor de agua presente, reduciendo la humedad relativa del aire que ingresa al habitáculo. Esto no solo hace que el ambiente dentro del carro sea más confortable, sino que también evita que los vidrios se empañen, especialmente en condiciones climáticas húmedas.
En muchas marcas de vehículos, el aire acondicionado se activa automáticamente cuando seleccionas la función de descongelación del parabrisas. Esta función es fundamental para mejorar la visibilidad al conducir, ya que elimina la humedad del parabrisas, impidiendo que se forme niebla en su superficie. Aunque no necesites aire frío para descongelar el parabrisas, el sistema de aire acondicionado sigue trabajando para deshumidificar el aire y así mantener el cristal limpio y claro.
Es importante destacar que el aire acondicionado puede funcionar incluso cuando seleccionas la función de calefacción en el control de la climatización. Esto se debe a que el sistema de aire acondicionado no solo enfría el aire, sino que también lo deshumidifica. Por lo tanto, en días fríos, el aire acondicionado puede seguir operando para mantener los vidrios desempañados, combinándose con el aire caliente de la calefacción para ofrecer una temperatura agradable sin humedad excesiva.
El sistema de aire acondicionado de un vehículo funciona de manera bastante uniforme en todas las marcas y modelos, aunque puedan existir ligeras variaciones en algunos componentes específicos. Los elementos principales del sistema incluyen el compresor, el condensador, la válvula de expansión o tubo de orificio, el receptor/secador o acumulador, y el evaporador. A continuación, desglosamos el funcionamiento de cada componente y su papel en el ciclo del aire acondicionado.
Compresor: Como su nombre lo indica, el compresor comprime el refrigerante de un estado gaseoso a un estado líquido. Este proceso aumenta la presión del refrigerante, permitiendo que circule por el sistema. Debido a la alta presión, esta parte del sistema se conoce como el lado de alta presión.
Condensador: El refrigerante comprimido y caliente pasa al condensador, que funciona de manera similar a un radiador. El aire exterior pasa a través del condensador, extrayendo el calor del refrigerante y haciendo que éste se enfríe y se condense nuevamente en un líquido.
Válvula de Expansión o Tubo de Orificio: Después del condensador, el refrigerante pasa a través de la válvula de expansión o tubo de orificio. Este componente reduce la presión del refrigerante, permitiéndole volver a un estado gaseoso. Este cambio de presión es crucial para el funcionamiento del sistema, ya que facilita el enfriamiento del refrigerante.
Receptor/Secador o Acumulador: El refrigerante en forma de gas pasa luego al receptor/secador o acumulador, donde un desecante elimina cualquier humedad presente en el refrigerante. La presencia de humedad puede causar daños en el sistema, por lo que este paso es esencial para mantener la eficiencia y la durabilidad del aire acondicionado.
Evaporador: Finalmente, el refrigerante frío y seco entra al evaporador, que se encuentra dentro del habitáculo del vehículo. El aire del interior del vehículo pasa a través del núcleo del evaporador, donde el calor del aire es transferido al refrigerante. Esto enfría el aire que luego se distribuye por el interior del vehículo, proporcionando una sensación de frescura.
El ciclo del aire acondicionado comienza con el refrigerante en el compresor, donde se comprime a alta presión. Luego, el refrigerante caliente y presurizado se mueve al condensador, donde el aire exterior lo enfría y lo convierte nuevamente en un líquido. Este líquido de alta presión pasa a través de la válvula de expansión o tubo de orificio, donde su presión se reduce y se convierte en un gas frío y de baja presión.
El refrigerante gaseoso y frío entra al receptor/secador o acumulador, donde se elimina la humedad. Luego, el refrigerante pasa al evaporador dentro del habitáculo. Aquí, el aire caliente del interior del vehículo pasa a través del evaporador, transfiriendo su calor al refrigerante. Esto enfría el aire que se distribuye dentro del vehículo, mientras que el refrigerante caliente regresa al compresor para reiniciar el ciclo.
Es importante mencionar que cada vehículo tiene especificaciones precisas sobre la cantidad de refrigerante que debe usarse para llenar el sistema. Generalmente, en los vehículos de pasajeros, esta cantidad oscila entre tres y cuatro libras. Utilizar la cantidad correcta de refrigerante es crucial para el correcto funcionamiento y la eficiencia del aire acondicionado.
Ahora que conoces cómo funciona el aire acondicionado en tu carro y su importancia para una conducción cómoda y segura, ¿te has asegurado de que esté en perfectas condiciones para enfrentar el calor? No esperes a que las altas temperaturas te sorprendan. Agenda una revisión completa de tu sistema de aire acondicionado hoy mismo y garantiza un viaje fresco y sin preocupaciones. ¡Haz clic aquí para reservar tu cita con nuestros expertos!
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