Antes de comprar un carro usado, una revisión completa del exterior es esencial para asegurarte de que está en buenas condiciones. Aquí te explico cómo hacerlo de manera efectiva.
Paso 1: Revisa la parte inferior de la carrocería
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Posicionamiento:
- Estaciona el carro en una superficie plana. Si puedes, usa un gato para levantarlo y tener mejor acceso a la parte inferior. Una linterna o un espejo pueden ayudarte a inspeccionar mejor.
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Daños visibles:
- Busca piezas colgantes o sueltas, como el sistema de escape o protecciones debajo del carro. Estas pueden ser señales de problemas en los soportes o el chasis.
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Óxido y corrosión:
- Revisa si hay signos de óxido, especialmente en el chasis y el sistema de escape. El óxido puede debilitar la estructura del carro, y repararlo puede ser costoso.
Paso 2: Inspección de la carrocería exterior
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Daños en la carrocería:
- Examina toda la carrocería en busca de abolladuras, golpes o rayones. A veces, bajo una luz fuerte, podrás detectar daños menores que no son tan evidentes.
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Pintura y acabado:
- Fíjate si hay diferencias en el color de la pintura, lo que puede indicar que el carro ha sido repintado o reparado. La pintura debe ser uniforme y sin burbujas.

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Paso 3: Revisa las luces exteriores
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Condición de las luces:
- Verifica que no haya grietas o signos de desgaste en las luces delanteras y traseras. La neblina dentro de las cubiertas puede ser señal de un mal sellado.
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Funcionamiento:
- Pide al dueño que encienda todas las luces y asegúrate de que funcionen correctamente: faros, luces de freno, direccionales y de matrícula.
Paso 4: Inspección de los espejos
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Estado de los espejos:
- Revisa los espejos laterales y el parabrisas para asegurarte de que no tienen grietas.
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Funcionamiento:
- Si los espejos son eléctricos, asegúrate de que los controles funcionen bien.
Paso 5: Verificación de las puertas
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Funcionamiento de las puertas:
- Abre y cierra cada puerta. Estas deben moverse suavemente, sin ruidos extraños ni dificultades.
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Sellos y juntas:
- Revisa los sellos de las puertas para asegurarte de que no hay grietas o daños que permitan la entrada de agua o aire.
Paso 6: Revisión del baúl y el interior
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Baúl y alfombras:
- Abre el baúl y levanta las alfombras para ver si hay señales de daños por agua. Olores a moho pueden ser una advertencia de filtraciones.
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Otros daños:
- Inspecciona los asientos y paneles interiores en busca de manchas o signos de agua.
Paso 7: Revisión del chasis
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Daños en el chasis:
- Revisa si hay señales de golpes o daños en la estructura. Un chasis dañado puede ser peligroso.
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Soldaduras y reparaciones:
- Fíjate en las soldaduras. Si parecen recientes o mal hechas, puede indicar reparaciones mal ejecutadas.
Parte 2 de 5: Revisión de los neumáticos
Los neumáticos son clave para la seguridad. Aquí te explico cómo revisarlos a fondo.
Paso 1: Verifica la edad de los neumáticos
- Número DOT:
- Localiza el número DOT en el costado del neumático. Este te indicará la fecha de fabricación. Neumáticos muy viejos, aunque luzcan bien, pueden haber perdido su efectividad.
Paso 2: Evalúa la vida útil de los neumáticos
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Indicadores de desgaste:
- Los neumáticos tienen marcas que te indican cuando la banda de rodadura está llegando al límite. Si esas marcas están al nivel de la banda de rodadura, es hora de cambiar los neumáticos.
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Medición de la profundidad:
- Utiliza un medidor para revisar la profundidad de la banda. El mínimo recomendado es de 2/32 de pulgada.
Paso 3: Inspecciona el desgaste irregular
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Revisión visual:
- Mira si los neumáticos tienen desgaste desigual, lo que puede indicar problemas de alineación.
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Revisión manual:
- Pasa la mano por los neumáticos para sentir si hay protuberancias o zonas desgastadas.
Parte 3 de 5: Revisión del motor y la transmisión
Paso 1: Verifica el capó
- Funcionamiento:
- Asegúrate de que el capó abre y cierra correctamente, y que se sostiene bien con el soporte o amortiguador.
Paso 2: Inspección visual del motor
- Limpieza:
- Un motor limpio suele indicar un buen mantenimiento. Revisa también si hay fugas de líquidos o manchas.
Paso 3: Revisión de los líquidos
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Aceite:
- Verifica el nivel y color del aceite. Debe ser dorado o ámbar. Si está oscuro o negro, puede haber falta de mantenimiento.
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Líquido de transmisión:
- Debe ser de color rosado o naranja. Si está quemado o negro, puede ser señal de problemas en la transmisión.
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Líquido de frenos y refrigerante:
- Revisa que estén en buen estado y en los niveles correctos.
Parte 4 de 5: Inspección del interior
Paso 1: Verificación de componentes internos
- Prueba de funcionamiento:
- Asegúrate de que todo esté en buen estado: aire acondicionado, calefacción, ventanas, radio, luces interiores y cinturones de seguridad.

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Parte 5 de 5: Revisión de la dirección y suspensión
Paso 1: Realiza una prueba de manejo
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Conducción:
- Maneja en diferentes tipos de vías para comprobar el desempeño del carro a distintas velocidades.
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Dirección:
- Asegúrate de que el volante se mueve con suavidad y sin ruidos extraños. La dirección debe ser precisa y sin juego excesivo.
Paso 2: Revisión de otros componentes
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Frenos:
- Verifica que frenen de manera suave y efectiva. Si sientes vibraciones, puede ser señal de discos de freno deformados.
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Neumáticos:
- Durante la prueba, escucha si hay ruidos que indiquen problemas con los rodamientos o el alineamiento.
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Después de seguir estos pasos, tendrás una mejor idea del estado general del carro y de los posibles problemas. Siempre es recomendable que un mecánico de confianza realice una inspección antes de tomar una decisión final.