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11 octubre, 2024 - Lectura 3 minutos.
11 octubre, 2024 - Lectura 3 minutos.
Autolab / Guías
Tu vehículo generalmente está bien protegido contra condiciones normales, como el sol y el polvo. Sin embargo, en situaciones extremas, como las inundaciones, pueden surgir problemas graves para tu automóvil.
Las inundaciones repentinas ocurren cuando el agua no tiene a dónde drenar, lo que provoca que se acumule en áreas bajas. Si tu automóvil se encuentra estacionado en una de estas zonas inundables, es posible que se inunde, causando daños tanto en el interior como en el exterior del vehículo.
Al principio, es posible que no percibas que el agua en tu vehículo sea un problema importante, pero las inundaciones pueden desencadenar varios problemas significativos:
Corrosión en las conexiones eléctricas y el cableado: El agua puede dañar las conexiones eléctricas y los cables de tu automóvil, provocando corrosión o cortocircuitos. Esto puede afectar el funcionamiento de diversos sistemas eléctricos, como las luces, el sistema de encendido y los componentes electrónicos.
Oxidación prematura de las superficies metálicas: El contacto prolongado con el agua puede acelerar el proceso de oxidación en las partes metálicas del vehículo. Esto puede llevar a la formación de óxido en componentes importantes como el chasis, los frenos y el sistema de escape, reduciendo la durabilidad y la seguridad del automóvil.
Agarrotamiento de tuercas y tornillos: El agua puede causar que las tuercas y tornillos se oxiden o se agarroten, dificultando su ajuste o desmontaje. Esto puede complicar las reparaciones o mantenimientos futuros.
Desarrollo de moho, hongos y olores en alfombras y tapizados: Las alfombras y tapizados que se saturan de agua pueden convertirse en un ambiente ideal para el crecimiento de moho y hongos. Además, los olores desagradables pueden impregnarse en el interior del vehículo, creando un ambiente incómodo y potencialmente insalubre.
Es crucial revisar y secar exhaustivamente tu vehículo si ha estado expuesto a condiciones de inundación para evitar problemas graves y asegurar su correcto funcionamiento.
Si tu automóvil está asegurado y sufre daños por inundación, es probable que la compañía de seguros lo clasifique como pérdida total. En este caso, te indemnizarán con el valor del automóvil, permitiéndote adquirir otro vehículo.
Por otro lado, si tu automóvil no tiene seguro o si tu póliza no cubre daños por inundación, es posible que debas seguir con un vehículo que ha sufrido daños por agua.
Si el agua de lluvia ha inundado tu vehículo, el primer paso es eliminar el agua acumulada. Si la inundación proviene de una crecida o de un oleaje, el agua que ha entrado en tu automóvil estará sucia y puede ensuciar todo lo que toque. En cualquiera de los dos casos, tendrás que limpiarla a fondo antes de inspeccionar el estado de funcionamiento de tu vehículo.
Advertencia: Asegúrate de desconectar la batería antes de comenzar a trabajar en tu vehículo.
Materiales necesarios:
Paso 1: Eliminar el exceso de agua. Utiliza una aspiradora para líquidos y sólidos para succionar el agua restante de los pisos. Si hay más de una pulgada de agua estancada en tu vehículo, utiliza un balde o una taza para sacar el agua antes de usar la aspiradora.
Consejo: Retira el filtro y la bolsa de la aspiradora para seco y húmedo para evitar que se saturen.
Paso 2: Retira y seca los objetos sueltos. Cuelga los tapetes para que se sequen en un lugar cubierto o al aire libre, bajo el sol.
Paso 3: Desmonta la consola y los asientos. Si había agua estancada en las alfombras, es probable que se haya filtrado y será necesario retirarla para prevenir la oxidación del piso. Quita la alfombra de tu vehículo para eliminar el resto del agua.
Primero, deberás quitar la consola y los asientos usando el juego de trinquete y dados. Desconecta los conectores de cableado que se encuentran debajo de los asientos y en la consola para poder retirarlos completamente del vehículo.
Paso 4: Usa una varilla para quitar los elementos de plástico de la moldura antes de retirar la alfombra. Retira cualquier moldura que esté fijada sobre los bordes de la alfombra, como las placas de los umbrales de las puertas, los paneles de protección y las cubiertas de los pilares.
Luego, saca la alfombra del vehículo. Esta puede estar en una sola pieza grande o en varias secciones más pequeñas. Extiéndela para que se seque.
Paso 5: Elimina el exceso de agua. Usa la aspiradora para líquidos y sólidos para aspirar el agua que haya quedado en el piso tras retirar la alfombra.
Paso 6: Lava las alfombras y los tapetes. Si el agua en tu vehículo estaba sucia, lava las alfombras y los tapetes con agua limpia. Usa una hidrolavadora si tienes una disponible, o una manguera de jardín con un chorro abundante de agua.
Si es posible, cuelga las alfombras para lavarlas y dejar que la suciedad se escurra fácilmente. Lava las alfombras hasta que el agua que salga de ellas esté limpia.
Paso 7: Elimina la suciedad. Limpia el sedimento o la suciedad que se haya depositado en el interior del vehículo con paños limpios y secos. Retira la mayor cantidad posible de suciedad del suelo de metal descubierto, ya que la suciedad puede actuar como un abrasivo debajo de la alfombra y desgastar la capa protectora del metal, lo que facilita la formación de óxido.
Una vez que hayas desmontado el interior de tu vehículo, el proceso de secado será mucho más eficiente si utilizas ventiladores de gran volumen o si dejas que el aire lo haga de manera natural.
Materiales necesarios:
Paso 1: Configuración de los ventiladores.
Coloca varios ventiladores en el interior de tu vehículo, asegurándote de que el aire sea dirigido hacia las áreas que no tienen alfombra ni asientos. La clave es que el aire circule bien por todo el interior.
Es crucial que el piso esté completamente seco antes de reinstalar la alfombra. Si colocas la alfombra mientras aún hay humedad en el piso, esto puede ocasionar problemas como corrosión y óxido en el suelo del vehículo.
Mantén todas las puertas del automóvil abiertas durante el proceso para permitir que el aire húmedo salga de manera efectiva y para acelerar el proceso de secado.
Paso 2: Uso de aire comprimido.
Utiliza un compresor de aire con boquilla de soplado para eliminar la humedad de los espacios reducidos. En lugares donde el agua pueda quedar atrapada o estancada, una ráfaga de aire comprimido ayudará a expulsarla, previniendo así el riesgo de oxidación en esas áreas.
Paso 3: Secado de tapizados y alfombras.
Después de retirar las alfombras y tapetes del vehículo para lavarlos, asegúrate de secarlos completamente con ventiladores antes de volver a colocarlos. Este proceso puede tardar un día completo o incluso más, por lo que es importante que las alfombras y tapetes estén secos al tacto antes de reinstalarlos.
Paso 4: Reinstalación de componentes.
Una vez que todo esté completamente seco, procede a reinstalar los componentes en tu vehículo. Asegúrate de volver a conectar todos los conectores y cables durante el proceso de ensamblaje del interior.
Incluso si solo entra agua en tu vehículo, esto puede provocar el crecimiento de moho dentro de la tapicería y en la alfombra, generando malos olores. Estos olores no solo hacen que conducir tu automóvil sea incómodo, sino que también pueden distraerte y poner en riesgo una conducción segura.
Materiales necesarios:
Paso 1: Identifica la fuente del olor. Generalmente, el mal olor proviene de áreas que no se han secado completamente, como una mancha debajo de un asiento o una alfombra en el piso. Usa tu mano o una toalla de papel para presionar en diferentes lugares hasta localizar la zona húmeda.
Paso 2: Aplica bicarbonato de sodio en la zona húmeda. Espolvorea una cantidad generosa de bicarbonato de sodio sobre la superficie afectada. Este ingrediente ayudará a absorber la humedad y neutralizar el mal olor. Deja el bicarbonato de sodio en el área problemática durante la noche para que tenga tiempo de actuar efectivamente.
Paso 3: Aspira el bicarbonato de sodio. Una vez que el bicarbonato haya hecho su trabajo, utiliza una aspiradora en seco/mojado para eliminar el polvo. Si el mal olor persiste, repite la aplicación de bicarbonato de sodio o considera otro método para tratar el olor.
Paso 4: Neutraliza los olores restantes. Utiliza un material absorbente de olores o una esponja absorbente de aire para eliminar los olores residuales. Estos artículos ayudarán a purificar el aire dentro de tu vehículo, dejándolo con un aroma fresco y agradable.
Una vez que haya eliminado toda el agua y se haya asegurado de que el aire dentro de su vehículo sea respirable, es fundamental revisar su automóvil para identificar posibles daños causados por la inundación.
Paso 1: Inspección de controles y mecanismos
Primero, verifique todos los controles que estuvieron sumergidos en agua. Asegúrese de que el freno de emergencia esté funcionando correctamente y que todos los pedales se muevan libremente cuando los presione. Los pedales deben moverse sin resistencia para garantizar un funcionamiento seguro.
Revise también los ajustes manuales del asiento. Asegúrese de que el asiento se desplace fácilmente hacia adelante y hacia atrás sin obstrucciones. Además, confirme que los mecanismos de liberación del tanque de combustible, del maletero y del capó operen adecuadamente. Estos mecanismos son cruciales para el acceso y funcionamiento del vehículo.
Paso 2: Revisión de sistemas electrónicos
A continuación, verifique los sistemas electrónicos del vehículo. Compruebe que las elevalunas eléctricas y las cerraduras de las puertas funcionen correctamente. Pruebe cada ventana y cada cerradura para asegurarse de que respondan como deberían.
Además, asegúrese de que la radio y los controles de calefacción operen sin problemas. Si su vehículo tiene asientos eléctricos, verifique que se muevan en la dirección correcta al presionar los botones correspondientes.
Paso 3: Comprobación de indicadores del tablero
Conecte la batería y encienda el vehículo. Observe el tablero de instrumentos en busca de luces de advertencia o indicadores que antes de la inundación no estaban encendidos. Estos indicadores pueden alertar sobre problemas que podrían haber surgido debido al daño por agua.
Un problema común que puede surgir es el daño al módulo del airbag. Dado que el módulo y otros conectores relacionados con los controles del airbag suelen estar ubicados debajo de los asientos, es importante revisar estos componentes detenidamente.
Si encuentra problemas mecánicos o eléctricos a raíz de la inundación, es recomendable solicitar un certificado mecánico. En este caso, un servicio como el de Autolab puede realizar una inspección de seguridad detallada para asegurar que su vehículo esté en condiciones óptimas para conducir.
Después de una inundación, tu automóvil puede sufrir daños graves. ¡No esperes a que sea demasiado tarde! Agenda un servicio de inspección y seguridad en Autolab para asegurarte de que tu vehículo esté en óptimas condiciones para conducir nuevamente.
No arriesgues la seguridad y el funcionamiento de tu automóvil. ¡Haz clic aquí para agendar tu servicio con Autolab ahora mismo!
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