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11 octubre, 2024 - Lectura 3 minutos.
11 octubre, 2024 - Lectura 3 minutos.
Autolab / Guías
El tacómetro o medidor de RPM es una herramienta esencial en tu vehículo, especialmente útil para manejar adecuadamente una transmisión manual, mantener la eficiencia del motor y evitar daños. Aquí te explicamos cómo usarlo para maximizar el rendimiento de tu carro y asegurar su funcionamiento correcto.
Las RPM, o revoluciones por minuto, se refieren a la velocidad a la que gira el motor. El cigüeñal del motor gira y, a su vez, los pistones se mueven hacia arriba y hacia abajo, completando ciclos de trabajo. Cada vez que el cigüeñal completa un giro de 360 grados, se considera una revolución. Las RPM indican cuántas veces por minuto ocurre este proceso.
El tacómetro indica las RPM en múltiplos de 1000. Por ejemplo, si la aguja del tacómetro apunta a 3, muestra que el motor está girando a 3000 RPM. El rango de RPM más alto, conocido como la «línea roja», está marcado en rojo en el medidor de RPM. Exceder este límite puede causar daños significativos al motor.
Si tu vehículo está equipado con una transmisión manual, el medidor de RPM te ayuda a cambiar de marcha suavemente y evitar que el carro se detenga.
Paso 1: Acelerar desde cero controlando las RPM.
Aumenta las RPM desde ralentí a 1300-1500 RPM antes de soltar el pedal del embrague para acelerar suavemente desde una parada.
Consejo: Puedes avanzar desde parado en primera marcha sin pisar el pedal del acelerador soltando el embrague lentamente y asegurándote de que las RPM no bajen de 500.
Paso 2: Cambiar a una marcha superior usando el medidor de RPM.
En aceleración ligera, cambia a la marcha superior cuando las RPM estén alrededor de 3000. En aceleración fuerte, cambia alrededor de 4000-5000 RPM.
Paso 3: Cambiar a una marcha más baja usando el medidor de RPM.
Presiona el embrague y acelera el motor a la velocidad a la que normalmente cambiarías a una marcha más baja. Luego, cambia y suelta lentamente el embrague.
Usar el medidor de RPM puede ayudarte a identificar problemas en el motor y la transmisión.
Paso 1: Monitorea las RPM en ralentí.
Observa el tacómetro cuando el carro esté en ralentí y busca RPM inusualmente altas. Si es así, consulta a un mecánico certificado.
Paso 2: Controla las RPM a una velocidad constante.
Conduce a una velocidad fija y escucha cualquier sonido inusual que pueda indicar problemas.
Cada motor tiene un rango de RPM recomendado por el fabricante. Exceder este rango puede causar daños.
Consejo: Consulta el manual del usuario o el sitio web del fabricante para encontrar el rango de RPM recomendado para tu vehículo.
Paso 1: Observa el indicador de RPM y evita los picos.
Cambia a la siguiente marcha antes de que la aguja del indicador entre en la zona de la línea roja.
Nota: Si accidentalmente aumentas las RPM hasta la línea roja, corrige rápidamente las RPM para evitar daños.
Paso 2: Cambia a una marcha inferior una a la vez.Cambiar a más de una marcha inferior por vez puede poner las RPM en el área de la línea roja.
Paso 3: Evita las aceleraciones bruscas.
Siempre que sea posible, evita aceleraciones bruscas a altas velocidades para evitar daños por exceso de revoluciones.
Paso 4: Mantén el consumo de combustible.
Para obtener el mejor rendimiento de combustible, mantén las RPM entre 1500 y 2000 cuando conduzcas a una velocidad constante.
Nota: Tu motor quema más combustible a mayores RPM.
Paso 1: Observa el indicador de RPM y evita los picos.
Cuando aceleres, cambia a la siguiente marcha antes de que la aguja del indicador de RPM entre en la zona de la línea roja. La zona de la línea roja está claramente marcada en el tacómetro y es el punto en el que el motor empieza a correr riesgos significativos de daños si se mantiene en esa zona por mucho tiempo.
Nota: No te preocupes si accidentalmente aumentas las RPM hasta la línea roja en una ocasión. Aunque no es recomendable, generalmente no causará daño inmediato al motor si corriges rápidamente las RPM.
Paso 2: Cambia a una marcha inferior por vez.
Cuando necesites reducir la velocidad, asegúrate de cambiar a una marcha inferior una a la vez. Cambiar a más de una marcha inferior de golpe puede hacer que las RPM se eleven demasiado, colocando el motor en riesgo de entrar en la zona de la línea roja.
Paso 3: Evita las aceleraciones bruscas.
Siempre que sea posible, trata de evitar las aceleraciones bruscas o repentinas, especialmente a altas velocidades. Las aceleraciones rápidas pueden hacer que las RPM se disparen, lo cual puede resultar en daños al motor debido a las revoluciones excesivas.
Paso 4: Mantén el consumo de combustible.
Para obtener el mejor rendimiento de combustible y minimizar el desgaste del motor, mantén las RPM en un rango moderado mientras conduces a una velocidad constante. Generalmente, este rango está entre 1500 y 2000 RPM.
Nota: Mantener las RPM dentro de este rango no solo ayuda a ahorrar combustible, sino que también reduce la probabilidad de que el motor se desgaste prematuramente debido a las revoluciones excesivas.
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