Pagina de inicio ► Guías
14 octubre, 2024 - Lectura 3 minutos.
14 octubre, 2024 - Lectura 3 minutos.
Autolab / Guías
Tener una llanta pinchada puede ser un gran inconveniente. Además de causar molestias, puede afectar tu presupuesto si no se maneja adecuadamente. Las llantas se pueden desinflar por varias razones, cada una con su propia causa y solución. En esta guía, te explico en detalle los factores que pueden llevar a un pinchazo y cómo puedes reparar una llanta pinchada de manera efectiva.
Fragmentos de Vidrio o Metal en el Camino: Cuando conduces por carreteras, es común encontrar fragmentos de vidrio o metal que pueden perforar la llanta. Estos objetos pueden dañar la llanta al atravesarla y permitir que el aire se escape. Para prevenir este tipo de pinchazos, es recomendable evitar áreas con escombros visibles y mantener una velocidad moderada para reducir el impacto.
Golpear un Bache con Fuerza: Los baches en la carretera pueden ser especialmente dañinos para las llantas. Al golpear un bache con fuerza, la llanta puede sufrir daños estructurales internos que comprometan su integridad. Además de la perforación directa, el impacto puede causar deformaciones o debilidades en la llanta. Para minimizar el riesgo, trata de reducir la velocidad cuando te acerques a baches y maneja con precaución en carreteras en mal estado.
Impacto con un Bordillo: Golpear un bordillo con fuerza puede resultar en un daño considerable. El impacto puede causar una fisura en la llanta o dañarla en el área de la pared lateral, lo cual no siempre es visible a simple vista. Para evitar estos daños, procura maniobrar con cuidado cerca de bordillos y usa los espejos para asegurarte de tener suficiente espacio.
Vástago de Válvula con Fugas: El vástago de la válvula es una parte pequeña pero crucial del sistema de inflado de la llanta. Si el vástago tiene una fuga, puede permitir que el aire se escape lentamente. Las fugas en el vástago pueden ser causadas por desgaste, daño físico o una instalación inadecuada. Revisa el vástago regularmente y cámbialo si notas alguna anomalía.
Clavos o Tornillos en la Carretera: Estos objetos son causas comunes de pinchazos. Al pasar sobre un clavo o un tornillo, el objeto puede perforar la llanta, causando una pérdida de presión. Es una buena práctica realizar inspecciones periódicas a tus llantas para detectar objetos incrustados antes de que causen daños graves.
Una reparación adecuada de una llanta es crucial para mantener la seguridad y el rendimiento del vehículo. Las reparaciones de llantas pueden clasificarse en dos tipos principales:
Reparación Única con Parche y Tapón: Esta técnica combina un tapón y un parche en un solo proceso. Es efectiva para reparaciones donde el pinchazo es relativamente pequeño y se encuentra en la banda de rodadura. Esta reparación proporciona un sellado sólido y es una solución rápida para daños menores.
Reparación de Dos Piezas: Consiste en un tapón de llenado y un parche de cobertura. Esta técnica se usa cuando el pinchazo es más grande o se encuentra en un ángulo mayor a 25 grados respecto a la banda de rodadura. La reparación de dos piezas es más duradera y se realiza generalmente en entornos profesionales debido a su complejidad.
Para encontrar y marcar el pinchazo, sigue estos pasos:
Materiales Necesarios:
Pasos:
Rocía Agua Jabonosa: Llena una botella con una mezcla de agua y jabón y rocía esta solución sobre la llanta. Concédele especial atención a áreas donde es más probable que ocurran fugas, como el talón (el borde de la llanta que se asienta sobre el rin), el vástago de la válvula y la banda de rodadura. Las burbujas que se formen en el agua jabonosa indican la presencia de una fuga.
Marca la Ubicación: Una vez que hayas encontrado la fuga, marca la ubicación exacta con un crayón para llantas. También marca el vástago de la válvula en la pared lateral para facilitar la alineación correcta de la llanta al volver a instalarla.
Para reparar la llanta, es necesario retirarla del rin.
Materiales Necesarios:
Pasos:
Desinfla la Llanta: Antes de retirar la llanta, debes desinflarla completamente. Retira la tapa del vástago de la válvula y usa una herramienta para quitar el núcleo del vástago. Esto permitirá que el aire salga rápidamente. Controla el vástago para no perderlo y reutilízalo después de la reparación. Si la llanta ya está vacía, puedes saltarte este paso.
Rompe el Talón: El talón es el borde de la llanta que se ajusta al rin. Usa la barra destalonadora y el martillo pesado para separar el talón del rin. Trabaja alrededor del talón hasta que esté completamente desprendido, asegurándote de usar protección para los ojos y guantes de trabajo. El talón se hundirá ligeramente cuando esté separado, y puede ser necesario repetir el proceso en el otro lado de la llanta.
Saca la Llanta del Rin: Una vez que el talón esté suelto, coloca el extremo de la barra debajo del borde de la llanta y contra el rin. Levanta la llanta hasta que una sección del borde de goma esté por encima del rin. Usa una segunda barra para palanquear el resto del talón hasta que esté completamente por encima del rin. Si es necesario, ajusta el segundo borde con una palanca.
Materiales Necesarios:
Pasos:
Evalúa la Llanta: Antes de realizar la reparación, inspecciona el interior de la llanta. Si encuentras guijarros negros, polvo o grietas, esto indica que la llanta ha sido conducida con el pinchazo durante demasiado tiempo. En este caso, reemplaza la llanta. Si el interior está limpio y libre de escombros, continúa con la reparación.
Escaria el Agujero: Ubica el agujero desde el lado interior de la llanta y usa un escariador para agrandar y limpiar el agujero. Inserta el escariador y gíralo, empujándolo hacia adentro y hacia afuera al menos seis veces para asegurar una superficie limpia.
Consejo: Un agujero limpio asegura que el tapón del parche se adhiera correctamente y selle de manera efectiva.
Raspa el Interior de la Llanta: Usa una escofina o papel de lija con grano de diamante para raspar el área alrededor del agujero. Raspa una superficie ligeramente mayor que el tamaño del parche. El raspado ayuda a eliminar residuos y prepara la superficie para el adhesivo.
Aplica Adhesivo: Extiende una capa generosa de cemento de caucho sobre el área raspada. Asegúrate de que el área cubierta sea un poco más grande que el parche. Deja que el adhesivo se seque según las instrucciones del fabricante para asegurar una adhesión adecuada.
Inserta el Parche: Retira el respaldo protector del parche y coloca el tapón en el agujero. Empuja el tapón lo más profundo posible, asegurándote de que el parche cubra completamente el área dañada.
Nota: El tapón debe estar bien asentado para garantizar que el parche cubra toda la superficie de la llanta interna.
Asienta el Parche: Usa un rodillo de parche para presionar el parche contra el cemento de caucho. Rueda con fuerza moderada, asegurándote de cubrir todo el parche y eliminar cualquier burbuja de aire atrapada debajo.
Consejo: El rodillo de parche se parece a un cortador de pizza dentado. Asegúrate de que cada parte del parche haga buen contacto con el adhesivo.
Corta el Exceso: Usa un cuchillo multiusos para cortar el tapón al ras con la superficie de la llanta. Asegúrate de no tirar del tapón al cortarlo, ya que esto podría desajustarlo.
Materiales Necesarios:
Pasos:
Orientar la Llanta: Alinea la llanta con la marca del vástago de la válvula para asegurar que el parche esté correctamente posicionado en la banda de rodadura.
Instalar la Llanta: Coloca la llanta en el rin, presionándola suavemente hasta que encaje en el rin. Si es necesario, usa una barra de palanca para ayudar a colocar la llanta en el rin. Asegúrate de que el talón esté completamente asentado.
Instalar el Núcleo del Vástago de la Válvula: Coloca el núcleo del vástago de la válvula en su lugar y ajústalo con la herramienta correspondiente. Asegúrate de que esté bien apretado para evitar fugas de aire.
Inflar la Llanta: Usa aire comprimido para inflar la llanta a la presión recomendada por el fabricante. La presión correcta se puede encontrar en una etiqueta en el marco de la puerta del conductor o en el manual del vehículo. Infla lentamente y verifica regularmente la presión para evitar sobreinflar la llanta.
Verificar la Reparación: Después de inflar la llanta, rocía una solución jabonosa sobre la reparación y verifica si hay burbujas. Si no aparecen burbujas, la reparación ha sido exitosa. Si encuentras burbujas, es posible que necesites ajustar el parche o buscar ayuda profesional.
Reparación Profesional: Aunque las reparaciones caseras son útiles para daños menores, una reparación profesional en un taller especializado es recomendable para asegurar la durabilidad de la reparación, especialmente si el daño es extenso o se encuentra en la pared lateral.
Inspección Regular: Realiza inspecciones periódicas a tus llantas para detectar posibles daños o objetos incrustados. Esto puede prevenir problemas graves y mantener la seguridad de tu vehículo.
Precaución con Parcheado Provisional: Si no tienes acceso inmediato a herramientas adecuadas, un parcheado provisional puede ser una solución temporal, pero siempre busca realizar una reparación completa lo antes posible.
Con estos pasos detallados y consejos, podrás manejar efectivamente la reparación de una llanta pinchada y mantener tu vehículo en óptimas condiciones. ¡Buena suerte con la reparación!
¿Necesitas reparar una llanta pinchada? En Autolab estamos listos para ayudarte a solucionar cualquier inconveniente con tus llantas. Nuestro equipo de expertos en mecánica automotriz te brindará un servicio de calidad y confianza para que puedas volver a la carretera de forma segura y sin preocupaciones.
No dejes que un pinchazo arruine tu día, agenda ahora tu servicio de reparación de llantas en Autolab haciendo clic aquí y déjanos cuidar de tu vehículo como se merece. ¡Confía en Autolab para mantener tu auto en óptimas condiciones!
Nuestra propuesta de valor es ayudarle a nuestros clientes a gestionar eficientemente el mantenimiento de sus vehículos.
Tipos de Unidades con las que trabajamos
Ligeros
Semi pesados
Pesados
Conoce nuestros servicio puerta a puerta, llevamos tú vehículo a nuestro taller especializado o el servicio a domicilio, donde reparamos tu vehículo en casa sin costo adicional.